Probamos las tartas de queso de Cheesecake Avenue, y te damos nuestra opinión
Uno de los postres más recurrentes que más gusta a casi todo el mundo es la tarta de queso. En esta ocasión nos hemos acercado a probar las tartas de queso de Cheesecake Avenue, y te damos nuestra opinión, tras degustar algunas de las pequeñas tartas bocado de distintos sabores, así como algunas tartas de tamaño mediano.
Presentadas en distintos formatos, desde el tamaño mini -casi son como pastelitos o bocaditos con diferentes sabores- al tamaño mediano, -una tarta de queso individual o de ración- o en formato tradicional de tamaño familiar, hay una tarta de queso diferente para cada persona en esta pastelería madrileña, y lo que es mejor, todas están bastante ricas.
Cheesecake Avenue es una pastelería situada en la calle Antonio Acuña 10 en Madrid, cerca del metro de Príncipe de Vergara. Puedes comprar sus tartas de queso estilo Nueva York en los distintos tamaños tanto en su local como a través de su tienda on line.
Básicamente, Cheesecake Avenue es una tienda especializada en tartas de queso. Allí los venezolanos María Esther Felce y Francisco Urdaneta se han lanzado a crear este gran repertorio de tartas de queso con distintos ingredientes, distintas coberturas o toppings y distintos colores, que resulta muy atractivo para quienes disfrutan con esta elaboración repostera.
Las tartas se comercializan en distintos tamaños -pequeño y mediano en la tienda, grande solo por encargo en la tienda online- y se sirven en unas cajas con una estupenda presentación. Su variedad y elgancia, hace de sus tartas un estupendo regalo o detalle para llevar a una invitación a comer. Son tartas artesanas que elaboran en su obrador y que resultan muy cremosas y bastante ligeras.
Actualmente tienen en su mostrador diferentes variedades, que van a ir incrementando en el futuro. Si las degustáis en su establecimiento, podréis hacerlo acompañándolas de un café de especialidad, el mejor compañero para su disfrute, aunque también podéis optar por una limonada estilo americano o por un té de calidad. Si os las lleváis a casa, os recomiendo que compréis un surtido, para poder probar muchas variedades. La tradicional, la de dulce de leche y la de pistacho, fueron mis preferidas.