Hoy vamos a preparar una deliciosa receta de croquetas de cecina y pollo, perfectas para el aperitivo del fin de semana, que seguro que os van a encantar, y más con esta guarnición de ensalada de tomates y aguacate que siempre preparo en cuanto los tomates ya empiezan a tener su sabor y textura naturales del buen tiempo.
En esta época, cuando se acerca el fin de semana, a veces tengo la suerte de que mis sobrinas y sobrinos vienen a visitarme y con frecuencia esas visitas se convierten en que pasan todo el fin de semana conmigo. Uno de los platos que nunca me fallan con ellos son las croquetas y en esta ocasión las he preparado con uno de mis productos preferidos, la cecina de León IGP de Cecinas Nieto.
En ocasiones, compro los sobres de cecina premium loncheada con los que hacemos platos de picoteo, o preparamos desayunos especiales como el que os enseñé de huevos a la plancha con cecina, pero en esta ocasión he utilizado un producto muy versátil y cómodo para cocinar, el taco de cecina de un kilo, que puedo ir cortando según mis necesidades y que para cocinar o para cortar en sacos me resulta muy práctico. Por un precio de 25-30 euros es un auténtico chollo.
Ingredientes para 4-6 personas
- Para la bechamel: 1 litro de leche entera, 60 g de mantequilla, 60 g de harina, 100 g de cecina cortada en tacos y 100 g de pechuga de pollo
- Para el rebozado: 2-3 huevos y pan rallado abundante
Cómo hacer croquetas de cecina y pollo para el aperitivo
Para empezar, cocemos la pechuga de pollo en agua abundante con un poco de sal, durante 20 minutos. Después la escurrimos y la cortamos en taquitos.
Con la cecina, hacemos lo siguiente. Cortamos una loncha gruesa de un cm aproximadamente. Después cortamos esa loncha en tiras de un cm de ancho.
Ahora cortamos transversalmente y así picamos las tiras en tacos.
Así tenemos listos los tropezones que vamos a utilizar para hacer nuestras croquetas. En una sartén echamos la mantequilla y en cuanto se funde, añadimos el pollo y la cecina, rehogando todo junto para que se envuelva con la mantequilla fundida.
Es el momento de añadir la harina. La mezclamos con los tropezones y removemos para que se integre bien. No pasa nada si se hace una masa compacta. Ya sabéis que al hacerlo de esta manera, cuando vayamos integrando la leche, nos quedará una bechamel perfecta y cremosa, sin un solo grumo.
Añadimos un chorrito de leche y removemos. Seguimos así, añadiendo la leche poco a poco, para que sea la masa la que absorbe la leche y no al revés. Si echamos toda la leche, se nos harían grumos porque tendríamos que disolver la harina en la leche. Si lo hacemos poco a poco, es la harina la que absorbe la leche y así queda perfecto.
Seguimos removiendo, poco a poco, sin prisa y se va haciendo una bechamel deliciosa, llena de sabor a cecina, que será magnífica cuando la convirtamos en croquetas.
Cuando hayamos integrado todo el litro de leche, seguimos cocinando la bechamel hasta que esté a nuestro gusto. Luego, la pasamos a una fuente y la dejamos enfriar, para que podamos hacer bien las croquetas. En casa, solemos dejar la bechamel de un día para otro, cubierta con film de cocina a piel, para que no se oxide ni reseque. Al día siguiente, formamos las croquetas.
Fritura de las croquetas de cecina y pollo
En una sartén amplia como esta tan bonita de color azul, de
Bra de la serie Nordik, o en otra que tú tengas, pon aceite de oliva virgen extra y deja que se caliente. Después vete friendo las croquetas dándoles la vuelta cuando estén doradas por un lado y sacándolas cuando estén listas.
Nombre: Croquetas de cecina y pollo
Tipo: Aperitivo, cena, tapas
Precio: Receta económica
Dificultad: Receta fácil
Raciones: 4-6 comensales
Tiempo de elaboración 1 hora más el reposo
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