Lentejas casadas. La receta paso a paso
En general, la gente prepara dos tipos de lentejas estofadas, unas que se suelen llamar lentejas viudas, en las que no hay productos cárnicos, y cuyos ingredientes habituales, además de las lentejas son patata, cebolla, pimiento, ajo y zanahoria, y otras a las que por contra, llamaremos desde ahora lentejas casadas, a las que, además de los anteriores ingredientes, se incorporan chorizo, panceta, morcilla y otros productos del cerdo.
Mi madre hace casi siempre las típicas lentejas viudas, las que van sólo con ingredientes vegetales, y le quedan riquísimas. (Dejo en pendientes publicar esa receta de lentejas viudas próximamente). Hoy, vamos a hacer una receta con todos los sacramentos, las lentejas casadas. Como es costumbre en este blog, es una receta con todas las fotos paso a paso de la elaboración. El resultado debería parecerse a este plato.
En este caso, tenía en el congelador unas costillas de cerdo y en la nevera un chorizo de guisar por lo que sólo me faltaba comprar un hueso de jamón y un poco de panceta, que le da el toque perfecto. A continuación os pongo los ingredientes necesarios para hacer la receta. Yo siempre hago más cantidad y aunque somos dos a comer, preparo para 6 y luego hago tupers, congelo, le doy una ración a mi madre o a mi suegra, etc.
Ingredientes para 6 personas
- 400-500 gramos de lentejas. Podéis usar lentejas castellanas, que son más grandes y tienen una calidad estupenda o lentejas pequeñas, también llamadas francesas, aunque en general estas lentejas del tipo pardinas suelen proceder de los USA. Yo he usado en esta ocasión lentejas Pardinas.
- 2 chorizos de vuestro gusto, que no sean muy fuertes, o un trozo de longaniza de guisar de unos 150 gr
- Un hueso de jamón o una punta de jamón (mejor)
- 250 gr de carne de cerdo, o como en este caso, 350 gr de puntas de costilla ibérica (porque el hueso no se cuenta)
- Agua, sal, 2 hojas de laurel y una punta de pimentón de la Vera
- 1 cebolla y media y dos dientes de ajo
- Un tomate maduro y Medio pimiento verde y medio pimiento rojo
- 3 zanahorias y 2 patatas medianas
Cómo hacer lentejas casadas. Receta paso a paso
Cuando yo era pequeño, había que revisar las lentejas una por una y separar las piedras, que siempre se encontraban. Después se dejaban como el resto de las legumbres, una noche de remojo en agua y se cocinaban a la mañana siguiente, para comerlas al mediodía. Hoy las lentejas vienen perfectamente limpias, y en el caso de las pardinas, no necesitan ni siquiera el remojo de la víspera, por lo que si se os antojan y tenéis una hora de margen, podéis decidir hacerlas en cualquier momento y tenerlas listas para el almuerzo.
Comenzamos limpiando muy bien las lentejas sumergiéndolas en un recipiente con agua, o poniendolas bajo el grifo, eliminando así los pellejitos que hayan quedado flotando y otras posibles impurezas. Si las dejáis un rato, -como digo ya no necesitan el remojo de víspera- quedarán flotando los pellejitos y las lentejas huecas que se retiran fácilmente.
Seguidamente, colocamos las lentejas escurridas en la cazuela donde vayamos a cocinar junto a las patatas, la cebolla, media cebolleta, las zanahorias troceadas y las hojas de laurel. Mientras, en una sartén hacemos un primer sofrito con la mitad de los pimientos rojos y verdes y cuando se pochen ligeramente, los añadimos a la cacerola.
Continuamos dorando en una sartén ligeramente las tajadas o sacramentos que vayamos a utilizar, es decir, el chorizo, la morcilla, la punta de jamón, la panceta y las costillas adobadas. Una vez cambian de color las agregamos también a la cacerola donde pronto comenzará la magia y mezclamos. Como veréis a continuación, la pinta que va teniendo nuestra cacerola es ya espectacular.
Añadimos agua y cubrimos con la cantidad suficiente para que quede todo bajo el agua, pero no excesivamente cubierto o os quedarán demasiado caldosas.
Encendemos el fuego y comenzamos a cocinar las lentejas, moviéndolas un poco al principio para que no se agarren y quitando la espuma que saldrá al comienzo de la cocción. En olla rápida deben tardar en torno a 10 minutos, 12 como máximo. Pero si las hacéis como yo, lentejas de las de verdad, de puchero, tardaréis algo menos de una hora, pero debéis probar las lentejas a los 40 - 45 minutos, ya que debido a la distinta dureza del agua y de calidad o clase de las lentejas, pueden estar hechas antes o después.
En mi caso, las lentejas estaban en su punto aproximadamente a los 50 minutos. Importante, no andar meneando mucho las lentejas, porque se despellejarían y no quedarían bien. Si hay que moverlas, agarrad la cacerola de las asas y le dais movimientos circulares, sin usar la cuchara.
Truco para que queden de escándalo
Sofrito para dar cuerpo: En la misma sartén que hicimos el primer sofrito, ponemos el resto de los pimientos, el ajo bien picado, la media cebolla y el tomate que no hemos utilizado aún y mientras las lentejas se van haciendo, los pochamos lentamente.
Cuando esté bien hechos, apartamos la sartén del fuego y añadimos el pimentón. Tomamos un par de cucharones del caldo de las lentejas (no importa si vienen algunas lentejas o alguna zanahoria) y los añadimos a nuestro sofrito, triturando todo con la batidora de mano. Ese concentrado de verduras resultante es perfecto para añadir a las lentejas y engordar un poco el caldo y conseguir que quede más trabado.
Sólo falta dar un último chup-chup para integrar bien los sabores, y rectificar de sal. En mi casa, es costumbre añadir un chorrete de salsa Perrins (Worcestershire) Y ya sólo nos queda, quitar el laurel y la cebolla cocida y ya están nuestras lentejas casadas listas para disfrutar.
Para emplatar, podéis servirlas en plato hondo como hice yo, o si lo preferís también podéis usar cazuelitas de barro individuales, como las de las gambas al ajillo. Y ya sabes, esta es mi receta de lentejas, comida de viejas, que si quieres las comes, y si no, las dejas. Yo, desde luego,... me las como. ¿Y vosotros? Sed felices,