Receta del pollo en salsa de cuando éramos pequeños
Cuántos recuerdos asociamos a la comida, a los olores de los guisos, a la bata de la abuela y a las furtivas excursiones a la cocina. Ayer me asaltaron los recuerdos y quise preparar una receta basada en ellos. Para todos vosotros, la receta del pollo en salsa de cuando éramos pequeños.
Es un simple guiso de pollo, pero de pollo de verdad, de corral, de los que tienen la piel amarilla y un poco más gruesa, y la carne más prieta y más oscura, con más sabor, que hemos cocinado con verduras, frutas y hortalizas ecológicas, de las que son más feas y sabrosas. Está hecho despacio, sin ollas rápidas ni Thermomix, sino a fuego lento, dejando que se haga "a su ser" y claro, los resultados se notan.
Por supuesto, si hacéis esta misma recta con pollo blanco del súper y hortalizas normales, estará también muy bueno, aunque no será exactamente igual, por supuesto. En mi opinión, todos deberíamos preparar de vez en cuando platos así, para construir buenos recuerdos a nuestros hijos, para reavivarselos a nuestras parejas, para revivirlos nosotros.
Ingredientes para 4 personas
1 pollo de corral troceado, 2 manzanas, 3 patatas monalisa, 3 zanahorias, 2 cebollas moradas, 1 rama de apio, agua, sal.
Cómo hacer pollo en salsa de cuando éramos pequeños
Lo primero que hacemos es cortar el pollo en trozos pequeños, aprovechando para retirar los huesos que salgan fácilmente, con los que prepararemos un caldo junto a la carcasa y los trozos que no sean aprovechables.
Para hacer este caldo casero, añadimos a los huesos del pollo los extremos de las zanahorias, lo verde del puerro, agua abundante y un puñadito de sal. Dejamos que cueza a fuego lento durante 45 minutos, sin que haga muchos borbotones.
En mi caso, he utilizado un pollo ecológico de corral, un pollo de payés de Genuinus que como sabéis es mi proveedor de productos ecológicos, con la comodidad de que me trae a casa mi cesta de la compra cada 15 días.
También he utilizado sus zanahorias, sus patatas y las manzanas que me llegaron en la última caja Genuinus y cómo se nota la calidad que tienen estos productos "de los de verdad"
Comenzamos picando bien la cebolla (aprende aquí como picar cebolla sin llorar) y el apio, bien chiquititos para arrancar nuestro guiso. Lo vamos a hacer muy despacio, en una sartén tipo wok de LeCreuset, de las que tienen tapa y nos valen para toda la receta, de principio a fin. Añadimos también las zanahorias peladas y cortadas en trozos hermosos. Puñadito de sal.
Cuando tengamos más o menos rehogada la cebolla y el apio, añadimos los trozos de pollo, si queréis pasados previamente por harina, pero en este caso no va a hacer falta porque la salsa quedará bastante espesa de por sí.
Los vamos friendo removiendo con los demás ingredientes y añadimos entonces las patatas cortadas en cachelos, para que se sofrían un poco antes de añadir el caldo.
Una vez las patatas se han frito ligeramente, incorporamos el caldo casero que hemos preparado con los huesos y las sobras de las verduras, colando por el fino para que no haya impurezas. Dejamos que el pollo y las hortalizas se hagan cociendo lentamente durante 20 minutos.
Es conveniente poner la tapa a la sartén para que no se escapen los vapores y para que el pollo cueza en ellos, quedando así más tierno. (Además así evitáis que toda la comunidad de vecinos os mire con envidia porque aquello estará oliendo de maravilla)
Cada cinco minutos --aquí no se se escapa nadie de la cocina-- nos acercamos a remover un poco, a vigilar, cualquier disculpa es buena para probar un poco de la salsa que se estará formando. Tras los 20 minutos, añadimos las manzanas troceadas, puede ser en gajos o en cachelos como el pollo.
Las ponemos sobre el guiso, tapamos y dejamos que todo cueza otros cinco minutos, lo justo para que las manzanas se hagan, casi que se deshagan y prácticamente se integren en la salsa, como un ingrediente más, (aunque las notaremos perfectamente) Mirad qué pinta...
Es tiempo de disfrutar, de apagar el fuego y dejar nuestro pollo tapado un ratito para que se integren bien los sabores. Ya lo podéis comer, aunque mañana estará mucho mejor aún, si cabe. Eso sí, cerrad los ojos al probar los primeros bocados, recordad a la abuela o a la madre, preparad pan para "echar un barco" en la salsa y disfrutad conmigo de la receta del pollo en salsa de cuando éramos pequeños.
Como siempre, sed felices,