Receta de patatas asadas en bolsa de hornear. Guarnición
Reconozco que no soy muy amigo de usar las mezclas de especias ya preparadas para cocinar sino que prefiero hacerlas yo de forma casera, pero hay algunas que van bien y resultan muy cómodas para todos los que no tengáis un arsenal de especias en casa como yo. Esta vez, he preparado una receta de patatas asadas en bolsa de hornear como guarnición, utilizando un paquete de los que vienen preparados para hacer pollo, con la mitad del contenido de la bolsa.
El resultado ha sido genial, unas patatas excelentes, en su punto de cocción y sabor, que he utilizado para acompañar unos codillos asados en el horno que ya os enseñaré en breve. Pero hoy la protagonista es la patata de la guarnición. Os cuento.
Ingredientes para cuatro personas
Dos patatas nuevas grandes o cuatro pequeñas, una bolsa de mezcla de especias para asar pollo (yo usé el de ajo y pimentón aunque vi que existen más variedades)
Cómo asar patatas en bolsa de hornear para guarnición
Comenzamos con la selección de la patata, ya que es el ingrediente fundamental, mejor que sean patatas de calidad. Justo ahora acaba de comenzar la comercialización de las patatas nuevas de Málaga, tan tiernas y llenas de sabor, así que me acerqué a comprarlas para esta receta.
Al ver los sobres de estas mezclas de especias con la bolsa de asar para pollo, se me pasó la idea por la cabeza y aquí está el resultado. Lavamos las patatas bien porque las vamos a cocinar con su piel y las cortamos en piezas de tamaño mediano. Os podéis hacer una idea con las fotos, ¿verdad?
Metemos las patatas dentro de la bolsa que viene con la mezcla de especias y añadimos la mitad del contenido de la bolsa, guardando el resto para probar en otras recetas, como la de pollo que sugieren o para dar potencia a algún guiso. Según la bolsa esta mezcla contiene harina, tomate, ajo deshidratado, pimentón, sal, azúcar, cebada, orégano y pimienta negra, sin colorantes ni conservantes artificiales.
Aquí veis la bolsa antes de pasar a la sauna... donde se cocinará en el horno a la vez que la carne para aprovechar su temperatura y no gastar de más. Como los codillos (proximamente en sus pantallas) se hacen en una hora y pico, metí las patatas cuando solamente faltaba media hora. Importante, hay que cerrar la bolsa antes de meterla al horno, claro.
Puse la bolsa a un lado, directamente sobre la rejilla del horno y horneé a 190º, al principio un poco pendiente de si se quemaba la bolsa pero no hay problema. (El envase dice que aguanta hasta 200º)
Al cabo de unos minutos, la bolsa se hincha y comienza el proceso de asado de las patatas con esta mezcla de especias como podéis ver en el collage. Hay mucho vapor procedente del agua que sueltan las patatas. Al fondo podéis ver los codillos en su fuente.
Pasados 25 minutos saqué las patatas del horno, abrí el paquete con mucho cuidado por la alta temperatura del interior, y esto es lo que me encontré:
A mí, cuando son patatas nuevas me gustan así, con su piel, pero si lo preferís, podéis pelarlas. Ya sólo falta echarlas a la fuente donde se está terminando la carne para que se impregnen un poco con los jugos que haya soltado el codillo en este caso. De lagrimita, os lo aseguro.
Una guarnición de lujo para todo tipo de asados, para acompañar pollo, redondo, roastbeef o cualquier plato que os apetezca. Espero que esta receta de patatas en bolsa de hornear os haya gustado. Pronto regresamos con más recetas de cocina.
Sed felices,