Gambas al ajillo perfectas, la receta más sencilla
Este clásico aperitivo, puede ser algo delicioso o un plato infumable, dependiendo exclusivamente de dos factores: la calidad de los ingredientes y la forma de cocinarlo. Por eso quiero enseñaros como hacer unas gambas al ajillo perfectas, para que cuando estéis decidiendo los aperitivos que vais a preparar, estéis seguros de que no vais a fallar.
Solo vamos a usar cinco ingredientes, aceite de oliva virgen extra, las gambas, el ajo, la guindilla y la sal, por lo que es importante que los cinco sean de buena calidad. No olvidéis el pan, que aunque no forma parte de la receta, es imprescindible para su disfrute porque los "barcos" de pan en la salsa, son siempre lo más festejado. Así que un buen pan, de calidad, nada de baguettes precongeladas de la gasolinera...
Ingredientes para 4 personas
3/4 de kg de gambas, 150 ml de aceite de oliva virgen extra tipo picual, 2 dientes de ajo de las Pedroñeras, 1 guindilla seca, sal al gusto.
Cómo hacer gambas al ajillo como Dios manda
Comenzamos pelando las gambas. Las cabezas las guardamos para otra receta, por ejemplo puedes tostarlas y flambearlas con un poco de coñac para extraer después sus jugos aplastándolas y usarlos para redondear un caldo de pescado.
Para nuestra receta de hoy, podemos usar gamba blanca, gamba gorda o gambón. No se pueden usar gambas congeladas o gambas arroceras, o el resultado no tendrá nada que ver con lo que buscamos. Como el presupuesto a todos nos va justito, os recomiendo que uséis gambones que se pueden encontrar a unos 10 euros el kilo y además lucen muchísimo por su gran tamaño.
Las gambas congeladas, aunque las descongeléis bien en la nevera durante 24 horas sobre un colador, siguen teniendo mucha agua por lo que la salsa de aceite resultante si las utilizas, estará aguada y no tendrá el mismo sabor. Las gambas arroceras están bien para su uso en arroces de marisco etc, o incluso para hacer a la plancha en plan barato como en las Bodegas La Mina de Madrid, pero no valen para hacer al ajillo, pues no tienen carne suficiente.
Reservamos los cuerpos de las gambas o gambones bien pelados en un plato y aprovechamos para espolvorearlos con sal fina. Mientras ponemos el aceite de oliva a calentar en una fuente de barro. Como os decía antes, es importante que todos los ingredientes sean de calidad.
Una de las mejores cosas de esta receta es mojar pan en el aceite, así que hay que usar aceite de calidad. Yo para este plato uso el de variedad Picual de Castillo de Canena, por su sabor intenso y equilibrado. No uséis aceite de oliva a secas, usad siempre para esta receta Aceite de Oliva Virgen Extra, que vais a notar la diferencia.
Pelamos dos dientes de ajo, (no uséis de esos resecos que tenéis hace 3 meses en la despensa) sino frescos y hermosos, y los cortamos en láminas. Los ponemos "a bailar" en el aceite bien caliente junto a la guindilla para que aromaticen el líquido. Cuando empiezan a dorarse, retiramos los ajitos y la guindilla y los sustituimos por las gambas o gambones.
IMPORTANTE: Apagamos el fuego y tapamos la cazuela de barro. Así las gambas se hacen con el calor remanente, quedando perfectas de punto y sin resecarse. Buscamos simplemente que cambien de color, el transparente se vuelve blanco y el rosado se vuelve intenso. Eso es que ya están.
Reintegramos los ajitos dorados y crujientes a la cazuela de barro y llevamos a la mesa donde toda la familia estará impaciente. (Y eso que en total hemos tardado 15 minutos, incluyendo el pelado de las gambas)
En cuanto al pan, insisto en que uséis un pan de calidad. Si tenéis la opción de hacer vuestro propio pan mucho mejor. Si no, os recomiendo que uséis pan de pueblo, pan de hogaza o pan de tahonas que conozcáis. Un día es un día, y ya que vamos a usar productos de calidad, el pan también debe ser bueno.
Pensad que esta ración si el pan es malo terminará en cuanto se acaben las gambas, mientras que si el pan es bueno, cuando se acaben las gambas se seguirá con el "moje" hasta que no quede aceite. La misma cantidad dará para dejar bien satisfechos a más comensales.
Espero que os haya gustado esta receta sencilla, que os ayudará a hacer unas gambas al ajillo perfectas, y así obtener un excelente aperitivo navideño.
Sed felices,
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