Receta de crema rústica de calabaza asada con curry y jengibre
Que ya se acerca el buen tiempo, y la línea, hay que comenzar a cuidarla. Por eso preparamos el otro día una deliciosa receta de crema rústica de calabaza asada, con curry y jengibre, que ha sido todo un recital de sabores intensos. Ya había publicado, hace tiempo mi receta de crema de calabaza, pero aquella la había hecho con los ingredientes cocidos tras un breve salteado. Esta vez ha sido diferente ya que comencé asando la calabaza y el sabor resultante ha sido brutal, intenso, casi explosivo. Os cuento.
Además acababa de recibir una muestra de un producto de Silikomart, una cocotte de silicona, que me enviaron para que la probase y cocinase con ella, y la experiencia ha sido estupenda, ya que la cocotte de silicona resulta muy práctica y sobre todo, comodísima.
El producto viene en una caja y consta de dos piezas de silicona, un recipiente de buen tamaño y una tapadera, aptos, como veremos ahora, para su uso en el horno convencional, microondas, nevera, congelador y también puede ser lavado en el lavavajillas, sin perder sus propiedades. Vamos, una cosa comodísima de verdad. Además con ese color verde resulta muy bonito y hasta puede servirnos de sopera o ensaladera.
Ingredientes para 4 personas
2 calabazas medianas, 1 trozo pequeño de jengibre bien picado, 2 cucharadas de polvos de curry, 400-500 ml de caldo de verduras, un chorrito de nata líquida, agua, sal y pimienta y un poco de aceite de oliva.
Tenía en casa unas magníficas calabazas del huerto de mi hermana, de diferentes variedades. Las rojas, preciosas tienen una carne estupenda (aunque poca) y la calabaza marrón clara, tiene mucha carne y muy tierna aunque con menos sabor, así que usé una de cada.
Cómo hacer una crema de calabaza asada con curry y jengibre
Comenzamos troceando las calabazas, y retirando las pipas de su interior. No hace falta pelarlas ahora, que nos costará mucho, es más fácil hacerlo después de asarlas en el horno.
Después como véis en la foto, tras pelar sin dificultad la carne de la calabaza, retorné la pulpa a la cocotte junto al caldo de verdura para que se cociese. Esta parte, para acelerar el proceso la hice en el microondas, ya que el recipiente de Silikomart es también apto para este modo de cocinar. Tras 7 minutos a toda potencia, listo para triturar.
En ese punto, añadí dos buenos pellizcos de polvos curry para darle un toque oriental, que completé con el trozo de jengibre rallado. A continuación una pasada por la batidora y listo para servir. Si lo queréis como yo, espesote y rústico, ya está listo para consumir. Si preferís una cremita ligera, entonces pasadla por el colador fino.
En ese punto, añadí dos buenos pellizcos de polvos curry para darle un toque oriental, que completé con el trozo de jengibre rallado. A continuación una pasada por la batidora y listo para servir. Si lo queréis como yo, espesote y rústico, ya está listo para consumir. Si preferís una cremita ligera, entonces pasadla por el colador fino.
Lo bueno de la cocotte de silicona de Silikomart es que, como habéis visto, es apta tanto para el horno convencional, también para la cocción en horno microondas y vale incluso para servir en la mesa. Y eso que nos ahorramos de fregar cacharros. Lo único que no podemos hacer, lógicamente, es ponerla sobre las llamas del gas o la vitrocerámica.
Incluso las sobras, ya que estábamos solo la Rubia Azabache y yo a comer, podemos guardarlas en la nevera directamente en el recipiente, y después cuando vayamos a comerlo otra vez, la cocotte, puede ir directa al microondas para recalentar. Muy práctico, ¿verdad?
El resultado, como os he contado, una crema de calabaza asada, con curry y jengibre, con un sabor muy intenso que nos gustó mucho. Ya me contaréis si la probáis.
Sed felices,