Mejillones picantes, en su nido de patata
Esta receta de mejillones picantes, en su nido de patata se va a convertir en una receta habitual en vuestras casas como la probéis. Estáis avisados. La salsa de tomate, con las especias y condimentos es de las que no se olvida, y los mejillones quedan tan tiernos y sabrosos que los vuestros os van a pedir una y otra vez que les preparéis esta sencilla receta. Ya lo veréis.
En realidad, lo fundamental de esta receta es la salsa, en la que tendremos que poner atención para obtener la textura y sabor que buscamos. Después todo es bien sencillo. Vamos a ello,
Ingredientes para 4 personas
30 mejillones gallegos, 1 cebolla grande, 1 cucharada de pan rallado, 1 cucharada de pimentón, 1 cucharada de ajopere, 100 ml de vino oloroso, 250 ml de tomate frito casero, 1 guindilla, un chorreón de salsa picante tabasco, 3 patatas, aceite de oliva, sal, cilantro fresco
Cómo preparar mejillones picantes en su nido de patata
Comenzamos preparando la base de la salsa, pochando una cebolla bien picada en una sartén con un par de cucharadas soperas de aceite de oliva y con una guindilla aromatizando el aceite. En cuanto empieza a tomar color, añadimos una cucharada de pan rallado y removemos hasta que se integra con los trozos de cebolla. Añadimos a continuación una cucharada de pimentón picante, y removemos también. Seguimos con un par de ajos machacados con unas gotas de aceite y una ramita de perejil, o lo que es lo mismo, un chorreón de nuestro preparado de ajopere, que tan útil nos resulta.
Ya removido, añadimos el vino oloroso para que empape las cebollas que cocerán un ratito mientras el alcohol se evapora. Aprovechamos y utilizamos esos vapores para abrir los mejillones, y los vamos retirando según van abriendo sus valvas. Reservamos los mejillones ya fuera de sus conchas, aprovechando para limpiarles de barbas y cualquier otra partícula no deseada.
Seguimos con la salsa: una vez tenemos la cebolla ya con un bonito color dorado, como en la foto de encima, añadimos de una vez el tomate frito casero, removiendo y dejando cocer despacio el conjunto durante unos 15 minutos. El tomate se oscurecerá un poco por el pimentón y el tostado de la cebolla.
Como véis en la foto siguiente, añadimos una rama de cilantro cortada sin hacer demasiado pequeños los pedazos para que se puedan encontrar. Removemos y dejamos que siga cociendo la salsa.
Reintegramos los mejillones y los removemos con la salsa, dejando cocer a fuego muy bajo durante unos cinco minutos y reservamos en caliente para el momento de servir. Probamos de picante, y corregimos añadiendo Tabasco, al gusto.
Para emplatar, podemos servir los mejillones acompañados de patatas fritas, o preparar unas cestitas o nidos de patata, de la forma que véis en las imágenes. Simplemente cortamos unas patatas en rodajas finas como para hacer tortilla de patata, y las freímos ligeramente. Cuando las patatas están blandas, forramos con las patatas los moldes que vayamos a utilizar y dejamos que se terminen de hacer en el horno a 170º durante 5 minutos.
Sobre los nidos de patatas, colocamos dos o tres cucharadas de nuestros mejillones en salsa picante y los llevamos a la mesa donde seguro que nos esperan con ilusión. Ya os aseguro que estas patatas bien crujientes, humedecidas con la salsa espesa de tomate lleno de sabor, no se os van a olvidar.
Es de esas recetas que aunque se vean terriblemente sencillas, se convierten en recetas habituales o en recetas preferidas, porque gustan a todos en casa. Vamos, que estoy seguro que váis a probar a hacer este plato de mejillones picantes en su nido de patata. Ya me lo contaréis...
Sed felices,