Torrijas caramelizadas, sin freír y sin huevo, receta súper fácil


Cuando puse este título, lo primero que me pregunté es si una torrija que no ha pasado por huevo ni por la sartén, puede llamarse torrija, pero es que, la llamemos como la llamemos, esta forma de hacer torrijas, tiene una textura excepcional y un sabor intenso, que os va a encantar. Si nunca has probado las torrijas caramelizadas, hechas sin huevo ni fritura deberías probarlas porque son muy fáciles de hacer y pueden dar lugar a muchas variaciones. 

Estas son las torrijas más ricas que puedes hacer en muy poco tiempo. Además, esta forma de prepararlas es una buena manera de dar más uso al soplete de cocina, que a muchos os habrán regalado en navidades y seguro que no lo utilizáis tan a menudo. 



Ingredientes para preparar 8 torrijas

  • 8 rebanadas de pan de torrijas o de pan del día anterior, 250 ml. de leche entera, 100 gr. de azúcar, 1 cáscara de naranja, 1 rama de canela, azúcar moreno para quemar.



Cómo hacer las torrijas caramelizadas, sin freír y sin huevo

Comenzamos aromatizando la leche, poniéndola a cocer en un cazo, con 70 gr. de azúcar, la canela y la cáscara de naranja. Llevamos a ebullición vigilando que no suba la leche y cuando hierve, bajamos el fuego y dejamos cocer durante un par de minutos. Retiramos del fuego, tapamos el cazo y dejamos infusionar durante 5 minutos.



Disponemos las rebanadas de pan de torrijas en una fuente, una al lado de otra, y sobre ellas, vertemos con cuidado la leche a través de un colador para que no caiga ninguna impureza o resto de la canela o de la piel de naranja.  Esperamos un minuto y damos la vuelta a las rebanadas, ayudados de una paleta, dejando que empapen por el otro lado durante otro minuto.


Con cuidado, dejando que escurran el exceso de líquido, llevamos las torrijas al plato en que las vayamos a servir, (en este caso elegí una pizarra), las espolvoreamos con un poco de azúcar moreno y las caramelizamos con el soplete, hasta que si haga una costra dorada, cuidando de que no se queme en exceso pues entonces amargaría.  Para ello, no hay que concentrarse en un punto sino ir moviendo el soplete por la superficie a caramelizar.


Al estar sin freír, conviene consumirlas inmediatamente para aprovechar el calor de la leche templada y el azúcar recién caramelizado. Pero hay quien prefiere dejarlas en la nevera antes de caramelizarlas para tomarlas frías. Yo las prefiero calentitas.

Esta Torrija caramelizada, sin freír y sin huevo, es otra forma de disfrutar con las tradicionales torrijas, y además, sin manchar ni usar nada de aceite. Y lo bueno es que en 5 minutos las tenemos listas, por lo que podemos hacerlas, por ejemplo, mañana mismo para desayunar. ¿No os apetecen? Veréis que contentos se ponen los vuestros.

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