Pollo asado sentado sobre una lata de cerveza
Esta receta me encanta, no es ningún descubrimiento ni invento mío, ni mucho menos, pero si no la conocéis seguro que os apetece prepararla. Es que el pollo queda jugosísimo, y además, siempre que lo hagáis de esta manera tendréis la sonrisa asegurada, pues es muy divertido ver a este pollo asado sentado sobre una lata de cerveza, y disfrutar de él desde el principio del proceso.
Es una forma facilísima de hacer un pollo asado para que quede tierno, jugoso y lleno de sabor. No dejéis de probarlo, sobre todo si no lo habéis hecho nunca.
Ingredientes:
1 pollo limpio sin trocear
1 cerveza en lata
sal hierbas aromáticas y especias
lechuga y tomate como guarnición
Cómo hacer Pollo asado sentado sobre una lata de cerveza
Comenzamos limpiando bien el pollo por dentro y por fuera, cuidando de no dejar ni plumas ni grasas que nos estropeen la presentación. A continuación, por la parte del culete del pollo, abrimos un poco la piel y quitamos la grasilla del final, de forma que quede un orificio suficientemente amplio como para poder introducir por él una lata de cerveza. (Tenéis todo el paso a paso en las fotos siguientes)
Mezclamos las hierbas aromáticas y las especias, en un bol y añadimos aceite de oliva hasta obtener una especie de crema o aceite con tropezones. Con cariño, damos un buen masaje al pollo, por toda su superficie para que se impregne de todos los sabores.
Abrimos la lata de cerveza y servimos la mitad en un vaso. La otra mitad, queda en la lata. Forramos la lata con papel aluminio y con cuidado, insertamos el pollo de forma que éste quede sentado sobre la lata. Colocamos el pollo sentado sobre una fuente de horno y le regamos por encima con la media cerveza que tenemos en el vaso. (Como da para dos "regadas", una la hacemos ahora y otra al cabo de unos 20-30 minutos)
Horneamos a 200º durante una hora aproximadamente, hasta que el pollo tenga el color externo que más nos guste. A nosotros nos gusta bien dorado. De cuando en cuando lo humedecemos por fuera con una cuchara, recogiendo los líquidos que vaya soltando. En la foto podéis ver como se va dorando.
Para servirlo, he quitado la piel crujiente, por aquello de cuidarse y le he añadido unas hojitas de lechuga de roble y unos tomates, con los colores de Portugal.
Ventajas de este Pollo asado sentado sobre una lata de cerveza
- El pollo está asándose sobre una lata con cerveza. Al calentarse la cerveza, ésta soltará su alcohol y sus vapores dentro del pollo, humedeciéndole continuamente, por lo que estará más jugoso que el típico pollo asado, que tiende a resecarse por dentro.
- La postura del pollo, además de muy graciosa en mi opinión, facilita el asado homogéneo. Normalmente asamos el pollo tumbado, por lo que la parte que queda arriba se asa, y la de abajo se cuece. Así sentado se hace estupendamente todo por igual.
- El sabor es muy rico, con todas las hierbas aromáticas y la cerveza. En esta ocasión mezclé orégano, tomillo, romero y albahaca, pero podéis usar las que queráis. Yo las utilicé secas, porque con el aceite y yendo al horno, me pareció mejor usar esas que las frescas.
Espero que disfrutes de este pollo, y como siempre sed felices.