El risotto de la Muerte
Para comenzar el largo fin de semana, vamos a preparar un curioso risotto de hongos, en esta ocasión, utilizando las famosas trompetas de la muerte, unas setas de color muy negro y brillante, que son ideales para guisar con ellas, pues aportan muchísimo sabor (y color) a los platos en los que ellas intervienen. Con este nombre tan espectacular, trompetas de la muerte, y siendo víspera de Halloween, mi Paladar Mental (clic) me dijo que con ellas podría preparar un Risotto de la Muerte.
Estas setas, que resultan algo indigestas si se comen en crudo, o simplemente salteadas, son sin embargo estupendas para cocinar con ellas y elaborar platos con sabor, en tortillas francesas, o para incluir en croquetas, así que me pareció que serían un entrante estupendo, si cocinaba con ellas un risotto. Vamos a ello.
150 gr. de setas trompetas de la muerte
250 gr. de arroz arborio o carnaroli (estupendos para dejar textura melosa)
1/2 cebolleta, 25 gr. de pimiento rojo 25. gr de calabacín picado
Aceite de oliva, sal, pimienta al gusto
Aceite de oliva, sal, pimienta al gusto
50 ml de vino blanco y 500 ml de caldo de pollo casero de calidad
25 gr. de mantequilla caliente y 25 gr. de queso rallado, batidos hasta formar una pomada.
¿Cómo preparar este risotto de la Muerte?
Como en todos los risottos, el proceso es sencillo y entretenido. Picamos toda la verdura en brunoise, muy finita, y comenzamos pochando cebolla, pimiento y calabacín. Una vez está la cebolla transparente, añadimos el arroz y lo rehogamos bien, hasta verlo como en la segunda foto, traslucido por fuera y con un punto blanco en el centro.
A partir de ahí, hay que añadir las setas y rehogarlas con el conjunto, y sucesivamente, ir añadiendo el vino, que dejamos evaporar mientras removemos bien la sartén, y el caldo, que iremos incorporando cazo a cazo, sin echar el siguiente hasta que el anterior haya sido absorbido. Es algo trabajoso, porque no podemos echar todo el caldo y dejar que se haga sino estar ahí pendientes, removiendo un poco. Con cada cazo que añadimos, el arroz se va cocinando, y tomando más color de las setas. No hay que añadir nada para conseguir ese color precioso.
El premio es el resultado, un arroz meloso, y por dentro un poco al dente, lleno de sabor, y con una textura muy cremosa en la boca. Para rematar añadimos la pomada de queso que hicimos batiendo 25 gr de queso rallado con 25 gr. de mantequilla derretida en el microondas y lo movemos hasta que se integre en el conjunto.
Presentación.
Nos gusta a veces poner una ración en un aro de emplatar estrecho, sola ante el peligro en el centro de un plato. Luego, al quitar el aro, la presencia es realmente estupenda. Pero podeis emplatar también sobre un lecho de ensalada, o con una guarnición a vuestro gusto.
Y eso es todo. Espero que os guste este entrante, este risotto de la Muerte, que como su propio nombre indica... estaba, de Muerte!
Sed felices,