Tarta de queso con fruta fresca

Ya sabéis que me gustan mucho más las tartas de queso hechas en el horno que los pasteles de queso realizados en frío con gelatina o con cuajada. Coincidiendo ayer con el cumple de mi sobrina Marina, por la tarde preparé una tarta de queso con frutas para llevar a la reunión. Lo pasamos muy bien,  aunque no conseguimos ver ni una estrella fugaz en plena noche de San Lorenzo, por lo nublado que estaba el cielo de Madrid.
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Como mi sobrina Marina vive con sus padres en Asturias, no pude darle el beso de cumple, ni tirarle de las orejas, y tampoco pude ver como soplaría las velas de la tarta por su 4º cumpleaños, y por eso le dejo aquí esta otra que le dedico, y que os puede servir de idea para cuando tengáis una celebración o reunión similar. Muchas felicidades, Marina.


Esta belleza que veis es mi sobrina Marina, y es tan pilla como aparenta con esa mirada traviesa. 


Tarta de queso y frutas fresca

Ingredientes.

Base
1 tubo de galletas María (molidas como harina)
100 gr de mantequilla (derretida en microondas a potencia suave)
2 cucharadas soperas de azúcar

Relleno o Cuerpo de la tarta
600 gr de queso crema (philadelphia o similar)
250 ml nata líquida
4 huevos
2 cucharadas soperas de harina
4 cucharadas soperas de azúcar
Ralladura de un limón

Topping o decoración
Frutas frescas (Yo utilicé 8 fresas, 2 kiwis verdes y 1 amarillo)

¿CÓMO SE PREPARA LA TARTA DE QUESO?
Comenzamos con la base, al igual que en cualquier tarta de queso, mezclando la harina de galletas molidas con la mantequilla derretida y el azúcar, y cuando está bien mezclado y terroso, forramos con la mezcla la parte baja del molde donde la vayamos a hacer. Yo suelo usar un molde de cristal de pirex que no es muy alto, a diferencia de cuando hacemos las clásicas New York Cheesecakes, en cuyo caso solemos utilizar uno desmontable de unos 10 cm de altura.


Mientras hacemos el relleno o cuerpo de la tarta, metemos la base en el horno a 180º para que quede crujiente. Entre tanto, mezclamos los huevos con el azúcar y los batimos hasta que blanqueen. Añadimos la nata líquida, las tarrinas de queso crema y mezclamos todo bien. Después incorporamos un par de cucharadas de harina y la ralladura del limón y una vez integrado, el relleno está listo para cubrir la base. Esta operación la hacemos con un cazo, poco a poco.
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Cuando está relleno, lo metemos a hornear, 10 minutos a 180º y luego otros 10-15 más, a 160º. Los tiempos dependen de cada horno. El mío, en ese tiempo hace que la masa suba como un bizcocho y que empiece a abrirse (lo veis en la foto). (No hay que preocuparse, luego baja y queda bien planita) Apagamos cuando está dorada la tarta, antes que se queme, y dejamos enfriar en el horno con la puerta entreabierta (unos 50 minutos o más) No importa que la tarta quede sin cuajar en su interior, luego lo hará mientras se enfría, y es mejor que quede así bien jugosa, que si nos pasamos quedará demasiado compacta y más seca.

Pasado el tiempo de enfriado, metemos la tarta a la nevera para que termine de asentarse y cuajar por el interior, y ya la tenemos lista para decorar. Las tartas de queso mejoran bastante si las dejamos 3-4 horas en la nevera o incluso si las preparamos “de víspera”

A mi me gusta mucho esta tarta porque no es un postre demasiado dulce, así que a veces la tomo tal cual, o la espolvoreo con un poco de polvo de cacao. Como esta variedad de tarta de queso, no lleva un topping de Crème frâiche como la New York Cheesecake, conviene añadirle algo por encima para completarla. 


Una opción interesante es usar en lugar del queso Philadelphia normal, uno que acaba de salir, el Philadelphia con Milka, que es una especie de Nocilla más ligera. Con ese queso preparé otra receta muy rica que podéis ver en este enlace, si la foto de encima de este párrafo os ha parecido apetecible. (Merece la pena probar)

En esta ocasión la hemos cubierto de frutas, pero también se puede cubrir con mermelada de frutos rojos, (arándanos, frutas del bosque, cerezas, frambuesas o fresas) cubriendo toda su superficie o si no sois tan golosos, cubriendo solamente parte de ella como en ésta de la foto superior, que preparamos hace tiempo en Lazy blog.

Para la cenita de anoche, para que fuera más refrescante, le pincelé con un par de cucharadas de mermelada de fresa (que hizo de adhesivo) y puse una cobertura con frutas frescas cortadas en rodajas. Además así queda muy alegre y veraniega, y resulta diferente a las típicas cubiertas de mermelada o de gelatina. Puse las fresas en la parte exterior formando una rueda, luego otro círculo de rodajas de kiwi y finalmente, una última fila de rodajas de kiwi amarillo.

Aquí tenéis una imagen del corte… 




Quién quiere un trocito para probar?
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Sed felices y buen fin de semana a todos.