Receta de costillas de cerdo ibérico al Horno, listas en media hora

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Hoy no estamos publicando una receta de patatas guisadas con costillas, (esa ya la tenemos publicada, y por cierto, estaban de lujo) sino que hoy publicamos una receta de costillas de cerdo ibérico, con patatas, hechas al horno. Además en esta vamos a usar el ajopere que nos gusta tanto...

Ya os he contado que en el mes de febrero-marzo, se debe ir a Jabugo a comprar carne de cerdo ibérico a buen precio y con una calidad excepcional. Pues en el último viaje, vinimos bien cargados, la Rubia y yo. Así que no nos falta un buen fondo de congelador, del que a veces vamos tirando como hoy.

Para hacer este sencillo plato, necesitaremos unas patatas, un poco de ajopere, un par de guindillas (opcional),  y una buena tira de costillas de cerdo (ribs) sal y pimienta.


Comenzamos con las patatas, que pelaremos y lavaremos bien y cortaremos en rodajas de medio centimetro aproximadamente. Las vamos colocando en una fuente, las salamos y por encima le damos un poco al biberón de ajopere que para eso lo tenemos listo, hasta que queden como en la foto. (Si queréis añadid también una guindilla en trozos, las patatas lo agradecerán)


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A continuación, poned sobre esta cama de patatas los costillares, cortados en trozos de unas 5-6 costillas por persona, ya sabéis que no tienen mucha carne, pero la que hay, es muy rica. Un poco más de ajopere por encima, les va bien... y las dejamos asando en el horno (a 180º durante unos 20 minutos aproximadamente)



Cuando vemos que la carne de las costillas empieza a retroceder y se asoman los huesos, como en esta foto de arriba, es que la carne está en su punto. (Le hemos dado la vuelta cada 10 minutos para que se hagan por los dos lados) Sacamos las costillas y las reservamos calientes.


Ya véis que en la fuente, aunque no habíamos puesto más aceite que el que lleva el Ajopere, hay demasiado aceite. Las costillas y en especial las ibéricas tienen mucha grasa, que se ha derretido en el horno, y nuestras patatas están muy buenas pero un poco grasientas. Retiramos el exceso de aceite y les damos un último arreón de horno, a tope de potencia, 220 o lo que os permita vuestro horno, para dorarlas un poco, y las sacamos escurriendo bien con la espumadera, para emplatar.

Una paletada de patatas asadas, y una ración de costillas... Para recordar...
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(Anda,  volved a ver la foto de arriba y entonces, me decís si os apetecen o no para comer hoy)

Sed felices