Doble puré de verduras

Tras los excesos gastronómicos de las últimas semanas, hoy toca un poco de contención. Además, se acumulan sobras y restos en la nevera, a los que conviene ir dando salida. Ya veréis como os gusta este doble puré de verduras, con dos sabores y dos colores, y que resulta muy fácil de preparar. 

Además con los fríos de los últimos días, apetece algo de cuchara, bien calentito... Tenía un calabacín y medio, dos tomates, unas zanahorias un poco mustias, tres puerros y claro, cebollas, patatas y demás verduras y hortalizas. Pero no tenía ninguna de ellas en cantidad suficiente como para dar entidad a un plato. Y con estos fríos, pensé en hacer una crema de verduras. Agrupé por colores lo que había, y pensé que podría hacer dos cremas o purés de verduras, una con las de color verde y otra con el resto. Así aprovecharemos todas las verduras sobrantes, y disfrutaremos de una estupenda cocina de restos.



Ingredientes para 4 personas



Lo que tengáis en la despensa, (calabacín, tomate, zanahorias, puerros, cebolla, patatas etc)


Cómo hacer un doble puré de verduras


Para hacer una crema de verduras, consistente y nutritiva, yo suelo preparar un caldo de verduras, y aparte, voy pochando en otra cacerola todas las verduras que integrarán el puré. Luego mezclo ambos preparados, obteniendo un resultado magnífico.


Para preparar el caldo de verduras, podemos usar un caldo de los que se adquieren ya hechos en brick, o un buen puñado de verduras deshidratadas que coceremos durante 15-20 minutos, o un caldo casero con un puerro, una zanahoria, una cebolla y un tomate. En esta ocasión, como tenía restos de una bandeja de verduras deshidratadas Trevijano, las puse a cocer en un litro de agua con dos patatas y lo verde del puerro y enseguida obtuve el caldo de verduras. (Ese caldo en sí mismo está buenísimo, por otra parte...)

Para el puré verde, necesitaremos un puerro bien picado, calabacín y una lata de guisantes, aunque en esta cocina de sobras y aprovechamientos, vale lo que tengáis en la nevera, medio pimiento verde, dos alcachofas, en fin, cualquier verdura que aportará su sabor y color.

Para el puré naranja, utilicé los dos tomates, las dos zanahorias, una cebolla, otro puerro y un trozo, (casi medio) de calabacín que tenía que usar ya.

En dos cacerolas con un poco de aceite, puse los ingredientes a pocharse a fuego lento, y a los quince minutos, cuando todo estaba blandito, fui añadiendo a cada cacerola, una de las patatas que cocí al hacer el caldo y dos cacillos del propio caldo de verduras, dando un hervor durante 5 minutos más, para que se integraran bien los sabores. En el puré verde, añadí también los guisantes junto al caldo, después de hacer la foto, por lo que no los véis...


Ya solo quedaba triturar cada puré.

Yo suelo usar la batidora de vaso porque da a las cremas una textura que me gusta más que la que sale con las minipimer, pero eso va en gustos. Después, una pasada por el chino, para quitar las hebras y pellejitos.


Finalmente, para conseguir el emplatado de doble puré, hay que preparar dos jarritas. (Yo usé jarras de cerveza.) Se coloca cada puré en una jarra, y se sirven en el plato volcando las dos a la vez con cuidado, una en cada extremo del plato. Mágicamente, no se mezclan, sino que cada puré ocupa su parcela, consiguiendo el efecto deseado. 


Unas cebollitas crujientes o unos picatostes en la parte central y a la mesa. ¿Qué os parece la pinta? ¿Veis el humillo que se forma con el calor? Apetece con estos fríos, ¿verdad?

Como aún sobró un poco de cada puré, hoy cenaremos de nuevo con las sobras de las sobras, una nueva ración de puré de verduras doble.

Sed felices y abrigaos bien.